Ovnis en Ventanilla

Hace muchos años un periodista del Diario limeño Ultima Hora (Hoy desaparecido ) el Sr. Pedro Chávez obtuvo unas sensacionales fotos de tres ovnis que se desplazaban por los cerros de Ventanilla distrito al noroeste de Lima, aprovechando su día de descanso dicho periodista decidió probar su auto recién reparado: "Con mis hijos me fui a Ventanilla y cuando me aproximaba a unos cerros detuve el vehículo al observar tres platillos voladores que pasaban sobre nosotros"."tembloroso pero con celeridad me baje del auto y con la maquina que siempre la llevo conmigo decidí probar suerte". Los tres platillos ya estaban cerca de los cerros y dispare el obturador...en menos de 5 segundos hice el segundo disparo...ya no pude hacer el tercero porque los OVNIS ya estaban fuera de nuestras vistas" Chávez dijo que los objetos despedían una extraña luminosidad como un halo y que se desplazaban a velocidades increíbles"No se si por los nervios o por esa estela luminosa que cegaba un poco, no pude apreciar claramente los colores de los platillos""Inclusive una rara sensación recorría mi cuerpo...sinceramente tuve miedo, pero trate de dominarme para que mis hijos no se asusten." 'Al momento de disparar del obturador, mis manos temblaban ,pero creo que pude controlarme..." "Casi de inmediato aborde nuevamente mi vehículo y emprendí el regreso a Lima..""Toda la noche estuve pensando en las fotos temía que de repente el rollo se velara como ha ocurrido en otros casos precisamente cuando se trata de acontecimientos importantes. "Yo mismo revele las fotografías y me sentí inmensamente feliz cuando observe que resultaron buenas..pienso que es un golazo" Con estas palabras el mencionado reportero cuenta la emoción que sintió al ver este fenómeno y poder registrarlo con su cámara fotográfica, el diario se vendió en todo su tiraje y la noticia dio la vuelta al mundo ,sabemos que el negativo de dichas fotografías que realmente son buenas fueron vendidas y ya no las posee dicho periodista.

Hoteles con Fantasmas

El hotel Stanley: de Colorado es probablemente el establecimiento más inquietante donde uno pueda pasar la noche, pero no el único que incluye espíritus en la tarifa. Situado en un paraje idílico en las Montañas Rocosas de Colorado, el hotel Stanlos pey es justamente todo menos idílico. El espléndido edificio de 1909 sirvió de inspiración a Stephen King para la que quizás es su obra más popular, 'El resplandor', y pese a que la obra es terrorífica, casi se queda corta. Son muchos los huéspedes que aseguran haber vivido durante su estancia experiencias extrañas a las que no encuentran explicación.Una figura que aparece arañando el cristal de las ventanas desde el exterior y que de repente desaparece, grifos de agua que se abren y se cierran solos, objetos que cruzan volando la habitación y gritos y voces de niños invisibles son las historias que más se repiten entre los visitantes. También son muchos los que oyen sonar la alegre música de un piano... solo que no hay piano en el Stanley. Una de las visiones más recurrentes en los relatos de los viajeros es la de un niño de corta edad que juega en el pasillo y, súbitamente, desaparece.Pero si todo en el Stanley es inquietante, la palma se la lleva una de sus habitaciones, la 408, donde pasan cosas tan tremendas que ni siquiera está abierta al público, sino sólo a los científicos que deseen investigar los fenómenaranormales. Pese a todo esto, o más bien gracias a todo esto, siempre hay público deseoso de alojarse en el Stanley, donde la tarifa por noche está entre los 80 y 300 euros.

Hotel Bolívar: Otro hotel donde no se ofrece al huésped un reparador descanso precisamente es el Bolívar de Lima (Perú), un establecimiento de gran importancia histórica. En sus más de 500 habitaciones se ha vivido de todo, asesinatos, suicidios y extraños accidentes, y son muchos los que aseguran que las almas de algunos de los fallecidos siguen allí haciendo de las suyas.Se rumorean múltiples historias. Una de las más inquietantes le ocurrió a un jefe de seguridad que realizaba una ronda por la planta quinta, cerrada por entonces, y se encontró con una persona mayor vestida con el uniforme del hotel. Le preguntó que qué hacía allí y cuál era su nombre. Cuando lo comentó con sus compañeros de recepción y contrastó los datos que le había dado el hombre, se quedó blanco, y más cuando le mostraron una fotografía: efectivamente, se trataba de un trabajador del hotel, pero había fallecido hacía años.