Fue la muerte inexplicable y misteriosa de nueve excursionistas durante una ruta en un difícil paso de montaña de los montes Urales en la Unión Soviética entre el 1 y 2 de febrero de 1959. El grupo, con experiencia en esquí fondo y estudiantes de la Universidad Estatal Técnica de los Urales, había establecido un campamento en las laderas de Jólat Siajl, en un área nombrada después en honor al líder del grupo, Igor Diátlov. Sus cuerpos fueron hallados semanas después por un equipo de rescate del ejército soviético al no dar señales de vida después de dos semanas. Encontró el campamento vacío y la tienda destrozada. En el bosque cercano encontraron los restos de una fogata y dos cuerpos al lado vestidos sólo con ropa interior a pesar de temperaturas bajo cero. Después encontraron tres cuerpos más. Los otros cuatro fueron hallados dos meses más tarde, en el bosque.
En el análisis forense se dictaminó que cinco murieron de hipotermia, aunque uno de ellos tenía el cráneo fracturado. El resto tenía diversos traumatismos por golpes «causados por una gran fuerza», y a una de las mujeres le faltaba la lengua. Según los forenes, murieron «aplastados bajo una gran presión», fruto de una fuerza de origen desconocido. La tela de la tienda se había cortado desde el interior hacia fuera. Además en la ropa de algunas de las víctimas había dosis de radiación dos veces más altas de lo habitual. La investigación concluyó sin un final claro, declarando que una "fuerza natural convincente" había causado las muertes. El acceso a la zona fue prohibido a esquiadores y otros aventureros durante tres años después del incidente. Aunque un alud o a avalancha fue la principal hipótesis aunque no definitiva, el suceso durante años fue motivo de otras teorías, desde fenómenos naturales como vientos huracanados, criminales, a otros más descabellados como la aparición de Yetis o de seres extraterrestres.La historia se volvió popular y dio origen a libros, series de televisión o películas como El paso del diablo (2013).